¿Toda pérdida trae un regalo?
El otro día escuchaba un podcast llamado “Verdades (in)cómodas” en el que entrevistaban a Francesc Torralba, un filósofo y teólogo que se ha hartado a publicar libros sobre un tema que me interesa mucho: la muerte.
Él había teorizado mucho sobre la pérdida, hasta que le llegó.
De primera mano.
Hace un año su hijo falleció en un accidente.
En la entrevista le preguntaron si creía que toda pérdida trae un regalo.
Te animo a que la escuches y saques tus propias conclusiones,
que hoy te voy a hablar de aquello con lo que yo me quedé y no tiene por qué ser exactamente lo que dijeron ni lo que tú extraigas.
Antes de seguir leyendo, te invito a que te hagas esta pregunta a ti:
¿Crees que cada situación difícil, sea la que sea, trae un regalo?
Si me conoces o llevas tiempo por aquí seguro que sabes lo que voy a decir.
Siempre he sido bastante tajante con este tema. Pero nunca me cierro a reflexionar y seguir cuestionándome.
Mi respuesta corta es NO.
Pero si me preguntas de nuevo, te diré que después de varias situaciones vitales traumáticas como accidentes, abusos, pérdidas y ausencias (vamos, que tengo una buena quiniela montada),y mi experiencia profesional acompañando a víctimas de Trauma Complejo, te diré que está sujeto a interpretación.
Hay situaciones de mierda que no tendrías por qué haber vivido:
Una jefa abusadora.
Una enfermedad que te lo arrebata todo.
Una catástrofe natural que te deja desnudo.
Una pérdida tras la que te quedas desorientada en el mundo.
No. No son regalos. Son putadas.
Ahora, lo que puedas hacer con toda esa mierda determinará si la transformamos en abono o se queda apestando tu casa.
Lo que creo firmemente es que las situaciones vitales traumáticas tienen el poder de hacernos de despertador.
O de colleja, según se mire.
Te hacen mirar atrás y plantearte tu presente.
Ahora, que eres adulta, tienes más opciones que antes de ver esto como una oportunidad de cambio y aprovecharla.
Pero si nadie te ha enseñado nunca, las posibilidades de quedarte como una tortuga boca arriba, aumentan considerablemente.
Hoy te propongo que no te esperes a que la vida te zarandee, para sentarte contigo misma.
¿Qué tiene valor para ti?
¿Qué no quieres seguir posponiendo?
Todo esto que te cuento hoy, te puede permitir avanzar en tu proceso personal de superación de putadas
Pero si sola ves que se te está haciendo un mundo y que la mierda no acaba de transformarse en abono, pues puede que sea buena idea probar algo distinto
Igual, no sé yo, empezar a trabajar con una psicóloga
Y, oh sorpresa, aquí tienes una!
Si esto te interesa, escríbeme y valoro tu caso para ver si podríamos trabajar juntas
Te abrazo